Hoy quiero dedicar el post a todas aquellas personas que se han atrevido a escribirme para contarme algo que les preocupaba. Todas quieren y aman aprender alemán pero llega un momento en que se desesperan, que están a punto de rendirse, que no saben cómo continuar intentando desencriptar la lengua de Goethe sin morir en el intento.
Así que en la nueva crónica de hoy encontrarás algunos Tipps para conseguir mantener la motivación en este arduo camino de aprender alemán. La clave, como siempre, es hacerlo divertido.
¿Que si yo no me desespero? Vaya si me desespero! Aquella primera vez que tienes a alguien frente a ti que empieza a recitar un poema interminable en alemán cuando tú tan sólo sabes decir algunas palabras en este élfico idioma y parece que estás en otro planeta o a punto de caer en el abismo. Sí, claro que lo he vivido! Por eso puedo compartir contigo cómo llevarlo algo mejor.
Aprender alemán es cómo adelgazar. Nada se consigue en un día. Ni en una semana. Pero sí, poco a poco, sin casi darnos cuenta, si seguimos hacia adelante haciendo un poquito de esfuerzo cada día, al cabo de un tiempo considerable notaremos grandes progresos.
Espero que te sirvan los Tipps de hoy.
En primer lugar me gustaría diferenciar dos tipos de digamos «influencias» que recibimos durante la fase de aprendizaje de un idioma. En nuestro caso, el alemán.
Por un lado encontramos las cosas que no dependen de nosotros en absoluto. Esto es, personas o cosas que nosotros no podemos cambiar. A ellos les he llamado «Factores Externos».
Por otro lado, encontramos las cosas que hacemos, nuestras rutinas o pensamientos que se hallan dentro de nosotros. A ellos les he llamado «Factores Internos».
Factores Externos
Los factores externos son los que no dependen de nosotros. No los podemos cambiar. Pero sí podemos cambiar nuestra actitud frente a ellos.
Cuando empezamos a aprender alemán, lo más normal en el momento de tener a una persona que hable alemán frente a nosotros es que nos sintamos algo pequeños y emerja en nuestro interior esa horripilante vergüenza a lanzarnos a hablar el idioma.
Esta situación es inevitable.
Sin embargo, sí es evitable darnos cuenta de que hay ciertos pensamientos que podemos cambiar respecto a las reacciones de otras personas en el momento en que por fin conseguimos vencer esa vergüenza y nos lanzamos a hablar alemán.
Opinión sobre nuestro acento español hablando alemán
Hemos de diferenciar entre el «Aussprache» {la pronunciación} y el acento. Seamos conscientes de que nosotros tendremos acento español hablando alemán. Esto es así. Es muy difícil conseguir tener acento alemán hablando alemán. Pero, como ya avancé en la serie «Aprendiendo alemán en pareja«, tener acento español hablando alemán es MUY sexy. Lo que no resulta nada sexy es no pronunciar bien.
Teniendo esto en cuenta: no pasa NADA, repito no pasa NADA si tenemos un acento español hablando alemán.
Pero llegará el momento en que nos encontraremos las típicas personas que se meten con nuestro acento.
Éste puede ser un factor externo muy negativo, puesto que nos hace sentir vergüenza de nuevo y nos «hunde». Bien, ¿sabes a qué conclusión he llegado?
Las personas que se meten con nuestro acento español hablando alemán son las mismas que sólo hablan un idioma.
En general suele ser así. Cuando incluso en la panadería una panadera intentó hacerse la graciosilla al descubrir mi acento español hablando alemán diciéndome «ah, usted habla alemano-español», automáticamente le contesté «no, yo hablo alemán». Ella pensó que estaba en la zona de vacaciones, y siguió haciéndose un poco la graciosilla. Pero en cuanto se dio cuenta de cómo seguía hablando en alemán, de que hacía 4 años que vivo en la ciudad y que sus compañeras me conocían como clienta habitual, se dio cuenta del lío en el que se estaba metiendo y empezó a alabar mi alemán diciéndome que por el poco tiempo que hace que vivo aquí lo hablo muy bien.
Si me hubiera dejado llevar por sus bromitas seguramente hubiera hecho un paso atrás en el idioma. Me hubiera atemorizado y la vergüenza se hubiera conseguido apoderar de mí.
Pero todo esto lo considero muy importante y me sirve para decirte que a las personas que se meten con nuestro acento español hablando alemán: NI CASO.
Es más, seguramente ellas tan sólo hablarán alemán. Tan sólo hablarán un idioma y no tendrán la suerte de haber conocido nuevas culturas. Se tratará de gente algo ignorante que no se ha encontrado en nuestra situación. Las personas que hablan más de un idioma son conscientes de sus dificultades y no serán crueles con nuestro sexy acento español hablando alemán.
Bloqueo mental con sólo escuchar alemán
Cuando nos vemos «semi» capaces de poder entablar una conversación en alemán con alguien nativo, en realidad cuando lo tenemos frente a nosotros y está a punto de decirnos algo y sabemos que tenemos que comprender lo que dirá se activa una especie de «chip negativo» en nuestro cerebro que nos hace empezar a temblar y nos manda señales de «no vas a entender nada de lo que te van a decir», acompañado de un sudor frío.
A todos nos ha pasado. Aún recuerdo cuando mis vecinas me decían de ir a dar un paseo juntas con los niños y yo temblaba tan sólo de pensar el dolor de cabeza con el que llegaría a casa de tanta concentración para entender lo que me contaban.
Bien, en éste como en muchos otros casos utilizo lo que yo llamo «La regla del colador«.
¿Sabes cuando cocinamos pasta que nos ayudamos del colador para eliminar el agua y quedarnos con «lo esencial», en este caso con la pasta {spagueti, macarrones o lo que sea}? Pues al conversar, podemos hacer lo mismo.
Muchas de las palabras o estructuras quizá no las comprenderemos, pero sí las esenciales. Aunque la mayoría de palabras nos resulten complicadas y se nos escurran como el agua en un colador, intentaremos quedarnos con lo esencial, con la pasta. Intentaremos reconocer esas palabras protagonistas del tema que nos estén contando. Así nos resultará mucho más sencillo desencriptar el idioma y comprender lo que nos están contando.
Y, poco a poco, nos daremos cuenta de que cada vez hay menos «agua» y más spaguetti en la conversación porque somos capaces de desencriptar muchas más cosas.
Factores Internos
Los factores internos son los que sí dependen de nosotros. Los que nosotros podemos cambiar.
Cuando el alemán nos resulta aburrido
Cuando llevamos algún tiempo aprendiendo alemán y nos bloqueamos o nos aburrimos lo mejor es: cambiar de estrategia. Si variamos nuestra rutina de aprendizaje conseguiremos incrementar la motivación.
Con ello me refiero a que si llevamos un tiempo yendo a clase y viendo la tv en alemán, podemos intentar dejar de hacer una de las actividades y cambiarla por otra. Por ejemplo, podemos cambiar la tv por la radio o podemos escuchar canciones o leer un cuento infantil o quedar con alguien para entablar conversación.
La cuestión es variar, así nuestra mente no se «acomoda» y emerge un poco de motivación extra por la novedad.
Nuestras propias exigencias
Al final, todo depende de nuestra actitud y de lo que nosotros pensemos.
En muchas ocasiones nos auto exigimos demasiado. ¿Por qué correr tanto? No podemos pretender dominar una lengua en 2 días, del mismo modo que tampoco podemos pretender adelgazar 10 kilos en 2 días. Por mucho que no comamos. Nuestro cuerpo necesita «trabajar poco a poco» para conseguirlo.
Lo que hemos de conseguir es pensar en nuestra visión y en nuestro objetivo, comprender alemán. No obsesionarnos con no comprender TODAS Y CADA UNA de las palabras cada día. Aprender alemán requiere algún tiempo, pero esa obsesión por comprenderlo todo no ayuda.
Démonos un tiempo prudencial para escoger una actividad que hacer en alemán, disfrutándola y comprendiendo cada día un poco más con ella.
Pequeñas milestones o metas
Muy unido al punto anterior. Si en lugar de exigirnos comprender cada día todo en alemán nos ponemos pequeñas metas, nuestra motivación crecerá.
Por ejemplo, si en lugar de comprender todo el vocabulario de un cuento nos proponemos comprender el mensaje principal y lo que ha sucedido, seguro que quizá nos hemos perdido algunos detalles, pero el hecho de saber que hemos entendido gran parte y verlo de esta forma, nos ayudará a tener ganas de empezar un nuevo cuento.
Y digo cuento infantil porque es una de las grandes formas de aprender vocabulario de forma amena y divertida en alemán.
Y hasta aquí mis Tipps de hoy. ¿Se te ocurre alguno más que quieras compartir conmigo?
Espero haberte ayudado a incrementar un poco tu motivación y te mando muchos ánimos para que continúes aprendiendo alemán de forma divertida.
10 Comentarios
Isabel
18 julio, 2016 a las 9:55Muchas gracias por tus consejos Elisabet!! Es de gran ayuda en momentos de desesperación por querer avanzar en el aprendizaje del idioma. Seguiré tus consejos ?. Vielen dank!!
Katty
18 julio, 2016 a las 10:37Vielen Dank!!
Por pensar en los que estamos empezando. No es nada fácil, pero tampoco es imposible!..un saludo. Como siempre muy buen post!!, muy sincero y motivador
Sergio Fernando
18 julio, 2016 a las 14:09Me parecen muy buenos tus consejos, y concuerdo totalmente. En mi caso lo trato de aprender de pequeño, pero me cuesta horrores, considero que es muy bueno tener a alguien que hable los dos idiomas, para que pueda explicarte, cuando utilizas mal una palabra, o el porque de cada cosa. Lo del ejemplo de la Panaderia es tal cual. Noto que el que habla bien el alemán de alguna manera te lo refriega en la cara, y te hace sentir esa superioridad (temporal), por eso lo mejor es un amigo, una pareja, una esposa, alguien que te ayude sinceramente, y si es todos los dias mejor.- Saludos!!!!
Roseta
18 julio, 2016 a las 14:38Hola Eli, me ha gustado mucho este post. Es super positivo y muy motivador!
Por cierto, no puedo estar más de acuerdo contigo en lo que dices sobre las personas que se meten con nosotros por como hablamos (por los errores o por nuestro acento) Yo nunca me vengo abajo y pienso que son personas un poco catetas o ignorantes que seguro que no han viajado nada, ni conocen otras culturas, ni otros idiomas, y como no pueden comprender la dificultad que hay en ello, son así de crueles… Pero vamos, que ellos se lo pierden! 😉
Elsa
18 julio, 2016 a las 17:35Excelente post! Se me ha puesto la piel de gallina porque algunas de las situaciones que narras las he vivido tal cual. Yo también utilizo mucho la metáfora de las dietas y de adelgazar para este proceso del aprendizaje del idioma. Creo que muchos de nosotros hemos empezado de cero, ya de mayorcitos y viviendo en el país. La curva de aprendizaje es dura. Tema acentos, no puedo estar más de acuerdo. Además, si te dicen algo del acento eso significa dos cosas importantísimas: 1. que ya has perdido el miedo a hablar y 2. que te han entendido, osea que has pronunciado bien. Eso ya son grandes logros, como todos sabemos. Como bien dices hay que concentrarse en la fonética. La entonación también encuentro que es fundamental y una vez que la controlas se te hace más fácil formular lo que quieres decir. Cuando llegas a un punto que las clases puramente de ‘alemán’ te aburren, se pueden intentar clases de cocina, manualidades, fotografía…lo que nos guste.
Son posts como éste los que han hecho de tu blog la referencia que es. Gracias por compartir tus experiencias con nosotros.
Un abrazo!
Elsa
http://cafesocietyxxi.blogspot.de/
Ana Karin Koeneke
18 julio, 2016 a las 23:02Excelente Elizabet, muchísimas gracias por ayudarnos a ver el idioma alemán como algo que puede ser divertido en su aprendizaje! Seguiré tus consejos! Desde Berlín un saludo bien Venezolano!
José Miguel
24 julio, 2016 a las 21:11Bravo Eli. Siempre dando en el clavo. No hay nada como una buena sesión de «Crónicas… » para combatir la desmotivación.
Saludos.
Rocio RMF
16 noviembre, 2016 a las 14:28Hola a todos!! Si ya es complicado aprender el alemán desde el país, peor aún desde España.
Yo empecé a aprenderlo hace muchos años y en Bremen aprendí bastante en 3 meses, pero cuando estuve en Berlín, me derrumbé y lo dejé.
Años más tarde he vuelto a retomarlo, pero a pesar de ir a clase, ver pelis y escuchar la radio, yo tengo aún esa barrera del miedo y el bloqueo.
Seguiré intentándolo!! muchas gracias.
Carina Planamente
19 mayo, 2020 a las 18:19Hola Rocio
veo que este mensaje tiene ya un tiempo pero no quería dejar pasar la ocasión de responderte ya que lo que te pasa a ti le pasa a muchas de las chicas que llegan a mis sesiones de coaching.
Tienes claro cuál es tu motivación principal para aprender alemán? Has identificado qué es lo que te da miedo exactamente?
Una de las claves más importantes para poder aprender alemán es trabajar en nuestra mentalidad y en la confianza que tenemos en nosotras mismas. Una vez que comenzamos a hacernos ciertas preguntas que antes no nos habíamos hecho, como por ejemplo, qué es lo peor que podría pasar si cometo un error al hablar? o Es verdad que van a pensar que soy tonta por no entender? comenzamos a cambiar nuestro comportamiento y el miedo comienza a irse poco a poco.
Espero que en estos años hayas podido superar el miedo y el bloqueo.
Un abrazo fuerte desde Hamburgo
Carina
Elisabet
25 mayo, 2020 a las 10:57Gracias Carina por tu aportación!