FREITAG KAFFEE UND KUCHEN

Freitag, Kaffee und Kuchen: de cuando decimos sí

22 abril, 2016

Cada viernes en el blog nos tomamos juntos un «Kaffee und Kuchen» virtual, donde compartimos lo más destacado de la semana, nuestros planes para el finde o lo que nos apetezca contarnos.

¿Coges tu taza y te unes al café?

Si nos estuviéramos tomando un café juntos te contaría…

freitag kaffee und kuchen

… que estoy contenta de la buena acogida que ha tenido la nueva serie de «Pan en Alemania», así que ya estoy preparando la segunda entrega y hoy para nuestro café te traigo uno de sus protagonistas, el «Siebenkornbrot» {pan de 7 cereales}.

¿Alguna vez lo has probado? A mí personalmente me gusta «frío», es decir, sin tostar. Hay infinidad de variedades de cereales distintos con el pan. Las iremos conociendo poco a poco.

Si nos estuviéramos tomando un café juntos te contaría…

… que por muy buena voluntad que pongamos, cuando nos adaptamos a una nueva cultura siempre tenemos situaciones delicadas y roces inesperados. Hoy estoy quizá un poco guerrera, pero cuando se trata del tema de la comida, me choca mucho cuando alguien tiene un sistema totalmente distinto al mío. Pero hay que respirar hondo.

Vaya por delante que no estoy hablando de la representación de Alemania entera, tan sólo de mi experiencia esta semana en la guardería de «Prinzessin S».

Cada día les dan al terminar la jornada una merienda a base de pan con algo: queso, mermelada, embutido,… Una tarde llegué justo en ese momento, cuando estaban a punto de repartir la merienda. Sé que a mi hija le encanta esperar con sus amiguitos a que le toque el turno para que le asignen su bocado. Así que esperé pacientemente a que le dieran su parte.

Cuál fue mi sorpresa cuando, al llegar su turno, me di cuenta de que vino hacia mí llorando. Yo evidentemente no entendía nada. Ella me dijo que no querían darle su pan.

Te puedes imaginar mi cara de póker. No suelo cuestionar las decisiones de las Erzieherinnen {educadoras}, pero me extrañaba lo sucedido. La educadora me indicó que, puesto que yo ya había llegado, ella le dijo a mi hija que se cambiara para irse a casa antes de coger su pan. Esto significa quitarse las zapatillas, ponerse las botas, ponerse la chaqueta, coger la bufanda, coger el gorro, coger su muñeco,…

Cierto es que se tiene que llevar un orden, pero mi pequeña había esperado pacientemente su turno para obtener un trocito de pan. ¿Tan grave era darle su merienda antes de que se vistiera para irse porque mami ya estaba allí?

En ocasiones hecho en falta un poco de flexibilidad española. Cuando se trata de la comida siempre pienso que no somos máquinas. Tampoco les dan postre si no se terminan su comida. Con eso no me meto porque es su forma de enseñarles en la guardería. Pero si alguien tiene hambre, ¿por qué no ceder un poco?

Oiga, por favor, dele un poco de pan que ya nos vamos, le dije a la educadora lo más educadamente posible que me salió.

Ella me miró, pero no se movió.

Seguidamente no tuve ganas de discutir y le dije a mi hija que se vistiera, que ya le compraría yo un Bretzel tamaño gigante. En ese momento se me acercó la educadora y le dio el pan a mi hija.

Esto me recuerda uno de los mejores consejos que me han dado en el momento de ser madre. Y que intento practicar siempre. Pero esta educadora no practicó:

Eli, me dijo la madre de un buen amigo, no siempre vas a poder. Algunos días estarás cansada y no siempre vas a poder «luchar» con tu hija para enseñarle que algo no se puede hacer. Algunos días cederás. Y no pasa nada. No es malo. Cede. Pero si cedes, cede desde el principio. Si vas a decirle «sí», no esperes a que ella te lo ruegue más de 20 veces con todas sus fuerzas. No la canses. Si un día le vas a decir «sí», díselo a la primera.

Y tiene toda la razón. Es una de las formas que más me ha ayudado a hacer entender a mi hija que cuando es sí, es sí, pero cuando es no, es no. Cuesta. Vaya si cuesta! Pero poco a poco, con algo de práctica, ambas nos agotamos menos.

Con esto no me refiero a que siempre tengamos que cumplirles caprichos, sino a hacerles felices diciéndoles «sí» cuando menos se lo esperan, o cuando nosotros lo necesitamos.

Por eso no puedo evitar compartir este anuncio tan tierno de mis queridos excompañeros:

Si nos estuviéramos tomando un café juntos te contaría…

… que en ocasiones comparto las cosas que a mí me son más cercanas, pero también considero importante acercar algunas que no lo son tanto.

Por ejemplo, en casa no tenemos mascotas, pero muchos de los seguidores del blog sí. Por eso me animé a contaros algunas cosas sobre el mundo de los perros en Alemania.

Y hoy es un placer poder ayudar a una de mis amigas en la difusión de su nuevo y precioso proyecto, donde os podrán asesorar sobre pautas con los perros en casa y tienen monerías de productos para ellos.

Su web se llama: fordogever.com. En ella podéis encontrar principalmente kits de adiestramiento y cumpleaños para perros.

Mucha suerte Patricia!

Si nos estuviéramos tomando un café juntos… ¿Qué me contarías?

Buen finde! Ein schönes Wochenende!

  • Responder
    Vane
    22 abril, 2016 a las 10:07

    Mira! justo has nombrado una de las cosas que más me fastidia, que hagan llorar a un niño para acabar cediendo. A mi me pasó algo parecido, pero no con la comida. En la guardería a los niños que al año siguiente empiezan el cole, les dan fichas «a la española» para prepararlos un poco y mi hijo que veía que sus amiguitos lo hacían queria también…pero no le dejaban porque «es que tu el año que viene no vas al colegio». Pues bueno, tuvimos que ir a hablar y dijimos que eso era motivo para que no fuera un «deber», pero caramba! si el niño tiene interés…porqué negarselo??? Y ellas «Aber er ist nicht ein Schulanfänger»…y ahí ya casi les retuerzo el pescuezo!!! Al final cedieron, pero porque nos pusimos algo bordes…

  • Responder
    Laura
    22 abril, 2016 a las 11:16

    Hola! Yo me he encontrado en situaciones parecidas a las vuestras, pero nunca en la guardería. Debo decir que nos tocó (porqué fue la única que miramos) una guardería fantástica 🙂 Pero el carácter alemán (y ya sé que no se puede generalizar y que hay mucha gente distinta), es bastante «cabeza cuadrada». Se trata de encontrar a la gente que mejor se adapta a nuestra manera de ser y de los otros….intentar tener el menor contacto posible, para no terminar tirándote de los pelos! jijijij
    Que tengáis un buen fin de semana 🙂

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