Muchos pensarán que viviendo en Alemania lo que más se echa de menos son el jamón y el sol.
Pues, tras ya 4 veranos en Deutschland, personalmente ni lo uno ni lo otro son 2 de las cosas que más extraño.
Hoy comparto contigo mis añoranzas de mi querida Barcelona o las curiosas situaciones a las que más me cuesta acostumbrarme en mi país de adopción.
Y es que, por mucho que te integres en un nuevo país de adopción, siempre hay cosas «tan normales y tan nuestras» que nos sorprende no encontrarlas en ningún otro lugar y, aún más, que no sean «normales» para los demás.
Te cuento las mías:
El chocolate con churros
Imagino que con lo que me gustan los dulces no te sorprendes que te ponga el chocolate con churros en primer lugar. ¿Cierto?
Y es que la primera vez que llegué a Alemania, nos sentamos en una bonita cafetería, abrí la carta y leí «Schokolade» entre las «Getränke» {bebidas} se me hizo la boca agua pensando:
Chocolaaaate desheeeecho alemááán… Con lo que saben de chocolate esta gente, debe estar ¡exquisito! {aquí estaría babeando al más puro estilo Homer Simpson}
Digo «deshecho» y no «a la taza» porque una que es de Barcelona en ocasiones lo «catalaniza».
Pues cuál fue mi sorpresa al vislumbrar un aguachirri pseudo-Nesquick líquido a más no poder y CERO espeso en mi taza.
El show posterior intentando explicar a la camarera que lo que yo había «bestellt» {ordenado} era un chocolate ESPESO, te lo puedes imaginar…
Resulta que en Alemania NO existe el chocolate espeso como bebida {de churros ya ni hablamos}. Al menos aún no he conseguido encontrarlos.
Bueno, en realidad me han hablado de una churrería española en Karlsruhe que aún no he tendio el placer de visitar. Si tengo ocasión de saborear allí un buen chocolate con churros ya te contaré.
Los tomates
A ellos, los buenos tomates, sí que se les echa realmente de menos en Alemania.
Aunque los paguemos a precio de oro, en Deutschland los tomates no saben a tomate. Me refiero al sabor de los tomates. A los de verdad. Por mucho que por fuera tengan alguna similitud con lo que te piensas que es un tomate. Lo siento. Quizá te cruzas con uno de ellos y te lo llevas a casa la mar de feliz. Sí, pero al hincarle el diente te acordarás de esto:
En Alemania los tomates no saben a tomate.
Beber alcohol por la calle
Por un momento seguro que me has imaginado con una botella de vino en la mano bailando «auf der Straße».
No me refiero tan sólo a que en Alemania esté permitido beber alcohol por la calle.
Lo que más me sorprendió la primera vez que lo viví es que se hace en las fiestas más tradicionales. Por ejemplo, en Navidad lo más normal es ir a pasear al Weihnachtsmarkt degustando una de las bebidas más típicas del país: el Glühwein. Una especie de vino caliente con sabor a canela y el mejor antídoto contra el frío.
Existe también la versión sin alcohol para niños. Aunque no es raro ver a un menor consumiendo cerveza con la supervisión de un adulto en este país.
Fumar tanto
Personalmente no fumo. Pero sí diré que es más fácil conseguir un paquete de cigarrillos en Alemania que en España.
Principalmente porque existen 2 formas de comprar tabajo en Deutschland que no están permitidas en España.
Una de ellas es en la misma calle. Quizá no hay una tienda, ni un centro comercial, ni un bar, ni siquiera una pared. Pero lo que seguramente encontrarás es una máquina dispensadora de tabaco casi en cada esquina.
Para asegurarse de que tienes la edad necesaria para consumir, la máquina te solicitará tu Personalausweis {carnet de identidad electrónico} o una tarjeta bancaria.
Y la otra forma de conseguir tabaco es en el propio supermercado. Incluso existen marcas elaboradas por el propio supermercado. En cualquier línea de caja es muy común encontrarse con un arsenal de infinitas variedades de tabaco entre las que elegir. Tan sólo deberás avisar al cajero (en Alemania también hay chicos en la caja) para que te abra la compuerta.
Los horarios
Ufff… Probablemente es lo que más me cuesta.
Más que nada porque en casa hacemos horario alemán por la mañana {nos levantamos muuuy temprano} y español por la noche {que ya sabes cuál es}
¡Imagínate!
Lo que sí consigo es desayunar pronto con «Prinzessin S». Pero de noche, aunque a ella le doy la cena sobre las 19:00 ó 19:30, nosotros no conseguimos cenar antes de las 21:00.
Es divertido cuando estamos fuera y escuchamos el «tintineo» de cubiertos en casa de los vecinos porque son las 18:00 y ya van a cenar y nosotros aún estamos merendando 😀
Las colas
Y aquí sí que va un capote para los españoles.
A pesar de lo civilizados que son los alemanes {cosa que admiro y valoro enormemente el respeto que transmiten} cuando se trata de la cola del supermercado son capaces de perder el mundo de vista.
Y es que si en España estamos en fila esperando a pagar en la caja de un supermercado y abren la caja de al lado, en generaaal, se respeta el orden de la cola.
Es decir, el que iba segundo generalmente se quedará en la cola en la que está. Y el tercero y cuarto pasarán a ocupar el primero y segundo lugar en la nueva caja. ¿Cierto?
En Alemania no.
En Alemania en cuanto se oye por megafonía:
Sehr geehrte Kunden, wir öffnen Kasse 3 für Sie
Todas las personas de la cola salen disparadas hacia la nueva caja sin respetar ningún orden de fila. Es el maricón el último sálvese quien pueda.
¿Y a ti? ¿También te sucede? ¿A qué tradiciones, produtos o situaciones no puedes acostumbrarte en tu país de residencia?
47 Comentarios
Mamikinder
15 julio, 2015 a las 7:41Pues si, no me acostumbro a los horarios, mis hijos los pobres van un poco «desbarataos» con las cenas. Me cuesta mucho cenar con el sol ( o la luz) de la tarde todavía presente.
Ayyyyy, las colas jahaja, a mi ya me da la risa al ver como se cuelan y de que manera. Igual para subir al autobús, no hay orden que valga.
Y también llevó fatal el mes de julio con los coles abiertos todavía y el loco tiempo cambiante. O peor cuando hace buen tiempo en junio-julio y los niños tienen colegio aún y llega agosto con sus Sommerferien, el verano ya casi ha terminado.
Elisabet
17 julio, 2015 a las 10:17Gracias por compartir tu opinión Mamikinder.
Un saludo*
Elisabet
15 julio, 2015 a las 8:36Yo he conseguido encontrar Paladin y churros congelados en una tienda española en Hannover, no nos engañemos no es lo mismo que recién hechos de la churrería pero sirve al menos para quitar el gusanillo.
Lo de las colas también me parece increíble!!
Elisabet
17 julio, 2015 a las 10:18Jejeje… Es que a mí lo que me gusta es ir a una típica granja antigua para saborearlos.
Gracias Elisabet!
Maria
15 julio, 2015 a las 9:08Cuando he empezado a leer el post de hoy, lo primero que se me ha venido a la cabeza son los tomates!Y más recién llegada de vacaciones en el norte de España donde los tomates de las casetas son espectaculares. También echo mucho de menos el pescado.
Y en cuanto a situaciones, los aperitivos de mediodía de los fines de semana con amigos. Los domingos está todo tan muerto… Nosotros los horarios tamppco los hemos adaptado al alemán… Mi hijo cena a las 8 y se va a la cama a las 9. Somos los raros que nos quedamos en el parque hasta las 7 a pesar de que haga buenísimo!!
Elisabet
17 julio, 2015 a las 10:19Aaaaayyyyy el pescado….
Gracias María!!
Mapi
15 julio, 2015 a las 9:45Qué bueno!! Añoro las mismas cosas que tu Elisabet. Yo me traigo chocolate para hacer en casita, porque me pasó lo mismo al pedir por primera vez un chocolate, jijiji. Lo que tengo que probar es a hacer la masa de los churros, que es muy fácil pero no me he puesto.Y el pescado…. buffff, cuánto lo echo de menos!! Que ganas de que llegue agosto y marchar para comer fresco y rico pescado. Y lo de las colas, totalmente!!!! me pasa cada vez que salga a comprar. Un beso!! Tengo una cosa pendiente contigo, no me olvido!! 😉
Elisabet
17 julio, 2015 a las 10:20Ah! Mapi! Acabo de recordar que tengo una receta para hacer churros en alemán. Probaré a ver qué sale y si son buenos la traigo.
Gracias preciosa por comentar. ¿Cómo va el baby? Un besazo* y tranqui, ya me lo enviarás cuando puedas 😉
Mariona
15 julio, 2015 a las 9:51Deberíais probar los tomates bávaros «Qualität Bayern», a mi me encantan, aunque son un poco pequeños de tamaño!!!
Elisabet
17 julio, 2015 a las 10:21Los buscaré entonces. Gracias Mariona!!
Frau Sonnenblume
15 julio, 2015 a las 9:54Huy, yo estoy más feliz que una perdiz con los horarios alemanes; me encanta cenar a las 7 de la tarde, y es algo a lo que me acostumbré nada más llegar, porque en realidad, ya llevaba mal los horarios españoles cuando vivía allí. 😉
A mí los tomates no se saben a tomates desde hace tiempo ni en España ni en Alemania.
Lo de las colas del supermercado es lo que creo que más me ha sorprendido de todo,¡no daba crédito la primera vez que lo vi!.
Yo echo de menos el mar, el pescado(y las pescaderías), el chocolate con churros en invierno y un buen café todo el año. Lo que están riquísimos en Alemania son los helados. Lecker, lecker!
Elisabet
17 julio, 2015 a las 10:21Gracias Frau Sonnenblume.
Un beso*
Susana
15 julio, 2015 a las 10:22Pues la has clavado Elisabet. Lo de los horarios no lo llevo tan mal. Me levanto tan pronto para llevar a principito a la Kita que luego tengo hambre y ceno con él sobre 18 30- 19 00. Así cuando le echo a dormir ya no tengo nada más que hacer que disfrutar de mi Feierabend. Si no lo hiciera así acabaría neurótica de combinar tantos horarios diferentes. Lo de la cola del súper es tal cual. La primera vez que lo ví en el Lidl de mi barrio aluciné. Yo guardando el puesto del de delante para que viniera el último de la cola y se pusiera directamente el primero. Tanta indisciplina me superó. La verdad es que me fui echando humo a mi casa, como con algunas otras cosas. No sé allí en el sur, pero en Berlín son tan malhumorados y bordes, que cuando llevas aquí poco tiempo es raro no irte llorando a casa por alguna bordería soltada a bocajarro sin posibilidad de respuesta por tu falta de idioma. Esto se les da muy bien en los Ämter. Cualquiera. Chocolate con churros: si alguna vez vienes a Berlín no dejes de visitar el bar Alaska. Hacen unos churros veganos con chocolate de verdad que alucinas. Yo también me llevé un chasco la primera vez que pedí un Kakao.
Elisabet
17 julio, 2015 a las 10:28Mil gracias por el Tipp y el comment Susana!
Un abrazo*
Ly
15 julio, 2015 a las 10:55Un post muy acertado, Elisabeth! Totalmente de acuerdo, sobre todo con lo de los horarios (incluso teniendo niños, sigo creyendo que es una lástima meterles en la cama a las 7-8 de la tarde y que se pierdan parte del día, sobre todo en verano) y lo de las colas (aunque lo generalizaría aún más a un egoísmo e individualismo supino -he perdido la cuenta de las veces que en el asiento reservado para personas con bebés hay alguien sin niños que ni se inmutan cuando me ven entrar con dos peques-). En cuanto a los churros, yo los he visto en algunas Kirmes como «especialidad española» (con su banderita y su flamenca) a los que le puedes añadir miel, canela, chocolate… Vamos, churros «alemanizados».
Elisabet
19 julio, 2015 a las 20:25Gracias por compartir tu experiencia Ly!
Marisol
15 julio, 2015 a las 11:08El pescado, imposible de encontrar o carisimo. En general toda la fruta…..o está verde o cuando la dejas que se madure en el frutero la vas a buscar y todo pasado.
Verdura ….puff me faltan las borrajas, acelgas ( aunque aveces las encuentro ) alcachofas….en fin no sigo q me deprimo jjjjj. Yo pensaba que no me afectaría la comida pero después de tres años ya no se qué ni cómo cocinar
Elisabet
19 julio, 2015 a las 21:05Jejeje… Ánimo Marisol!
Gracias
Ana Cecilia Muñoz Palacios de Lastinger
15 julio, 2015 a las 11:52Si hay algo que extraño horroooooooooooores son mis choclos ( maiz) de Perú , con esos granos inmensos , crujientes, dulces ! 🙂 aca y creo que en muchas partes del mundo , sólo se cosecha ese choclo pequeñito con dientes de gato 🙁 ……….. snif snif
Elisabet
19 julio, 2015 a las 21:06Ooohhhh… Lo siento Ana Cecilia… Pero seguro que encuentras otras cosas ricas 😉
Carolina
15 julio, 2015 a las 12:24Elizabeth lo de las colas en el supermercado me saca de quicio! y me molesta mucho! Es de lo primero que resalté acá. En Argentina se respeta la apertura de una nueva caja de la misma manera que describes en España. De igual manera sucede con los colectivos (Buses) no solo no se arma una cola sino que nadie respeta el orden de llegada y los hombres no le dan la prioridad a las damas como en mi país. «Primero las damas» decimos en Argentina si un hombre sube antes que una mujer. Sufrí eso en toda mi asistencia al curso de Integración, que apenas para el colectivo todos se abalancen para subir inclusive los hombres que llegaron después de mí! sin darle prioridad a mujeres, personas mayores o madres con niños! la verdad horrible comportamiento para una sociedad tan civilizada…
Elisabet
19 julio, 2015 a las 21:08Gracias Carolina por compartir tu experiencia.
May
15 julio, 2015 a las 12:26Me he reído un montón. Aquí en suiza también sucede exactamente lo mismo, me desespera el que no respeten las colas, en el tren, en el Supermarkt como lo mencionas.
Eso sí, aquí siendo la ciudad del chocolate, los suizos en algunas cafeterías venden ese chocolate líquido sin sabor al Español (Ovaltine) pero eso porque existen tiendas especiales con ese buen chocolate y claro, una buena tarta.
Yo extraño el sabor real de las frutas, como mexicana yo se que ni en España pueden tener el sabor fresco y el aroma de algunas de las frutas tropicales como el mango, la jícama que aquí no existe y algunas otras.
De los horarios yo también me acostumbré aquí, sólo los domingos que todo está cerrado me cuesta digerirlo todavía.
🙂
Elisabet
19 julio, 2015 a las 21:10Muchas gracias May!
Un saludo hacia Suiza*
Romina
15 julio, 2015 a las 14:41Aun no vivo en Alemania, pero ya me estoy indignando con lo que cuentan! Lo de las colas para el supermarkt o el bus, aca en Argentina no sucede. Quisiera ver a un aleman aqui, intentando pasar primero y no respetando ese orden (que debe ser el unico orden que respetamos)… lo sientan en el suelo de una trompada. Primero las mujeres mayores, luego las embarazadas o con niños, luego las mujeres y luego los hombres. En el 90% de los casos es asi. Ya me veo los enojos que me voy a agarrar por alla. 🙂 Aca los tomates hace mucho tiempo que no tienen sabor a tomate, asi que no creo que lo extrañe, hasta creeria que en alla tienen mejor calidad de verduras y frutas. Lo que seguro seguro voy a extrañar sera el dulce de leche, ya que dudo que se venda alla la marca que consumo aca. Saludos!
Elisabet
19 julio, 2015 a las 21:12Gracias Romina por tu opinión
Isabel
15 julio, 2015 a las 16:26Jajajaja,no lo has podido describir mejor y creo que más de uno nos vamos a sentir totalmente identificados,jajaja! A mí me hace mucha gracia ver como salen despavoridos como si no existiese el mañana cuando dicen que van a abrir la otra caja(claro que cuando te pasa un par de veces ya no te hace tanta gracia) con lo formales que son para otras cosas estos alemanes…Pero si tuviese que elegir algo sin lugar a dudas me quedo con los horarios,después de dos años sigo sin acostumbrarme y no sé si llegaré a conseguirlo alguna vez.
Elisabet
19 julio, 2015 a las 21:12Jejeje… Gracias Isabel!
vianellys
15 julio, 2015 a las 16:48Muy buen artículo Elizabeth, yo tengo infinidad de cosas que decirte de las que no me acostumbro aqui en Alemania pero las principales son :el café ,no me acostumbro a beber esa enorme tasa de café con sabor a nada, yo vengo de Rep.Dom y el café nuestro es uno de los mejores del mundo modestia aparte, no me acostumbro a beber jugos y coca cola sin hielo, no me acostumbro a la falta de calor humano y alegria que tenemos los latinos, no me acostumbro a que todo este cerrado un Domingo, no me acostumbro a la puntualidad alemana hasta para divertirse, no me acostumbro a no tener el mar cerca y por ultimo no me acostumbro casi nunca encontrar productos del mar fresco. Te felicito y admiró tu genialidad para decir cosas que pocos nos atrevemos a decír, pero que sentimos y vivimos al ser inmigrantes.
Elisabet
19 julio, 2015 a las 21:14Gracias vianellys.
También hay otras cosas muy buenas a las que sí nos acostumbramos rápido 😉
Saludos***
vianellys
15 julio, 2015 a las 16:54ah…y no me acostumbro¡ a pagar para hacer pipi!
Elena
15 julio, 2015 a las 18:48Haaalloo halloo!! Hacía tiempo que no comentaba en el blog, aunque siempre siempre leo los posts desde el correo que estoy suscrita 🙂
Qué bueno este post! Cuando llegué en Navidades tenía mucho antojo de churros, así que te entiendo perfectamente. Lo de los horarios lo llevaba mal, pero peor es en Inglaterra con respecto a las tiendas. Y lo de beber en la calle me chocaba, y preguntaba a menudo que si era legal jajaja Ah! las máquinas de vender tabaco en la calle eran lo más, y eso que yo no fumaba.
Como han comentado anteriormente, eché mucho de menos el pescado. En el supermercado y en el Mensa solo te ponían el congelado y rebozado… Consumir pescado fresco y sin aditivos era una odisea, incluso estando cerca del mar. Por otro lado, el hielo para los alemanes es oro. Encontrar bolsas de hielo en verano es como ir a pedirlo a África, ni los propios restaurantes tenían (o no querían venderlo). Será que los españoles consumimos mucho más hielo que ellos…
Yo las diferencias que noté cuando volví a España con respecto a Alemania fueron las siguientes (Lo que se hace en España y en Alemania no):
1. Que te hable la gente de la calle porque sí
2. Que los hombres cedan siempre el paso a las mujeres
3. Piropos por la calle
4. Cuando pides para comer charlas con el empleado
5. Música a todo volumen en el coche
6. La gente se molesta si la policía le llama la atención
7. Cruzar por donde te de la gana y en rojo
8. Forma de vestir
9. Constitución física
10. La comida, aunque suene típico
Todos esos puntos los podría desglosar, pero más o menos se entiende. Para que el comentario no se haga demasiado largo jeje.
Einer Kuss aus Gran Canaria.
Elisabet
19 julio, 2015 a las 21:16Jajaja!
Muchas gracias Elena por tu divertido y completo comentario.
Un beso volando hacia Gran Canaria*
Lorena
15 julio, 2015 a las 19:14Hola! La verdad que me quedé sorprendida con los de las colas en el supermercado y en los buses. Nunca imaginé que los alemanes actuasen de esa forma! A veces me quejo aquí en mi país (Argentina) por alguno que otro que pueda actuar así pero en general se respeta el orden. Saludos! Me encanta tu blog y todo lo que nos enseña sobre la cultura alemana!
Elisabet
19 julio, 2015 a las 21:17Muchas gracias Lorena!
Manel
15 julio, 2015 a las 20:39Hola Eli, aunque hace mucho tiempo que no comento nada, tu blog para mí es una heroína. Es mi droga ya que me ayuda mucho en mi dia a dia en este ya mi querido país adoptivo.
Déjame ser crítico respetuoso con el artículo de hoy y con muchos de los comentarios que estoy leyendo.
Soy catalán como sabes de nuestra querida y hermosa Barcelona como tú dices, pero en estos años que ya llevo aquí he aprendido que el respeto que existe en este país ni mucho menos existe en nuestro país de origen.
Lo que explicáis de las colas es cierto pero todos os habéis cebado un poquitín. A mí personalmente si llevo dos o tres artículos para pagar siempre me han cedido el paso. Siempre. No es tan grave. Lo de pagar en los lavabos tendrían que coger ejemplo en España. Siempre están limpios. Vivo en el norte de Alemania y todos los sábados en el mercado hay pescado fresco y bueno. Siento que estéis en el Sur. Quiero terminar comentando que Berlín es lo que menos representa de Alemania ya que se encuentra poblada de mucha gente de muchos países y no existe el respeto.
Hay muchas cosas de las que no estoy de acuerdo con los alemanes y con Alemania pero es minoría. Después de vivir toda mi vida en Barcelona y llevar aquí tres años no cambio por nada el respeto, la educación y la imagen de familia que hay aquí. En España todo el mundo está estresado, nervioso y con mal carácter….
Con respeto comento que no cambio nada de esto por lo que he vivido en mi país. Y por supuesto que no pienso volver.
Gracias por lo que cada dia me enseñas y aprendo.
Manel
Elisabet
19 julio, 2015 a las 21:19Wow, Manel!
Muchas gracias!
Un saludo rumbo Norddeutschland*
Frau Sonnenblume
18 julio, 2015 a las 18:13Manel, me ha gustado mucho tu comentario, como escribes y comentas, desde el respeto.
Estoy totalmente de acuerdo en cuanto al respeto, la educación y la limpieza que hay en este nuestro país de adopción. Y también en cuanto a los baños, que si bien hay que pagar, eso no sucede siempre, y están limpios. En mi ciudad, por ejemplo, hay baños públicos, gratuitos, limpios y no tienes que preocuparte de tener que entrar a una cafetería a tomar algo sin ganas para poder usar su baño, sucio, sin papel y sin jabón.
Y es verdad, para mí también es una nimiedad lo de las colas del supermercado, comparado con todo el respeto y amabilidad que se respira aquí. Lo que no deja, por cierto, de extrañarme aún más lo de las colas. 😉
Un saludo.
Elisabet
19 julio, 2015 a las 21:28Muchas gracias guapa!!
marta
22 julio, 2015 a las 11:40Hola Eli
🙂
He de decirte que es muy muy fácil hacer churros en casa, nosotros lo hemos hecho varias veces, así que una cosa menos 😉
Lo de las filas ya te lo comenté, también me fascina el caos en las piscinas. Una locura.
Yo creo que a lo que no me acabo de acostumbrar es a esa manía que tienen muchos de quejarse POR TODO: que si hace demasiado calor, que si llueve sin parar, que si el restaurante está muy lleno…ay che!
Un beso
Elisabet
24 julio, 2015 a las 17:09Jajaja! Es que a mí lo que realmente me gusta es ir a una «granja» {no de cerditos, sino de chocolate y pastitas} a degustarlos.
Un beso*
Freitag, Kaffee und Kuchen: deportes y sorpresas - Crónicas GermánicasCrónicas Germánicas
16 octubre, 2015 a las 0:08[…] la agenda está tan apretada que dudo que pueda añadir un ratito para disfrutar de mi adorado chocolate con churros. Imagino que podré esperar hasta Navidad. […]
Reportero Mundial (Pedro)
18 febrero, 2016 a las 13:24Hooooola Elisabet! No creas que porque no comento he dejado de leer una sola entrada de tu blog. Me congratulo de ser uno de tus más viejos lectores, desde aquellos tiempos lejanos y gloriosos en que te sugerí que le pusieras un dominio propio. ¿Recuerdas, Elisabet?
Pues resulta que leyendo tu blog más de una vez me he sentido tentado a visitar Alemania. Si sigues como vas en un par de entradas más que me lea me montaré en un avión. 🙂
Sigue escribiendo tan lindo como lo haces, Elisabet, pues te puedo distinguir entre mil por esa forma tan particular que tienes de contar las cosas.
Muchos saludos desde los States.
Elisabet
20 febrero, 2016 a las 22:51Jajaja! Pedro, qué ilusión!
Muchas gracias y un saludo de vuelta a los States*
Fer
23 septiembre, 2016 a las 13:48Hola chic@s!!
Ahh, entonces lo de la cola es normal! La segunda vez que entré al supermercado únicamente fui para comprar tres o cuatro artículos los cuales llevaba en la mano, ni carro ni nada. Había sólo una cajera y la cola era muy larga, así que al cabo de un rato abrieron la caja de al lado y por orden de cola me tocaba a mi ser primero. Bueno pues el señor que estaba detrás de mí, el cual llevaba el carro de la compra a rebosar, me adelantó como me adelantan los porche y los bmw por la autobahn, me quedé anonadado, y con un cabreo que ni os imagináis, con lo tranquilo que soy yo.
Pero bueno, me alegra saber que es algo cultural, habrá que ir con zapatillas de running a comprar y prestar antención.
También he de decir que en una ocasión me cedieron el paso cuando llevaba pocos artículos, sin yo preguntar nada, como ocurre en España.
Un saludo.
Elisabet
23 septiembre, 2016 a las 22:52Jajaja!! Gracias Fer!
Pedro
17 noviembre, 2020 a las 17:10Lo de «maricón el último» un poco feo y pasado de moda.