Podríamos resumir la árdua y excitante tarea de aprender alemán formulándonos tan sólo una única pregunta. ¿Sabrías decir cuál?
Si somos capaces de responderla, considero que avanzaremos con éxito y nuestra motivación seguirá bien alta para conseguir hablar este élfico idioma.
Para mí existen solamente 2 formas de aprender un idioma. Sea alemán o cualquier otro. Pero siempre hemos de tener en mente esta pregunta. Si, cuando nos desesperamos o nos desanimamos porque nos parece que no avanzamos, la tenemos de nuevo presente, seremos capaces de volver a motivarnos.
¿Quieres que te formule la pregunta?
Recuerda luego comentarme cuál sería tu respuesta a través de los comentarios.
¡Dentro video!
Cuando te decides a aprender alemán,
¿qué es lo más importante para ti: la fluidez o la perfección?
Eres libre de escoger cualquiera de las dos alternativas. Pero debes escoger una de ellas para iniciar el camino de aprender un nuevo idioma.
La fluidez
Por «fluidez» entendemos lanzarnos a hablar alemán sin miedo a equivocarnos. Eso no significa que no debamos darnos cuenta de los errores que cometemos, sino que aprenderemos sobre la marcha, equivocándonos.
Si eres de los que se decantan por la fluidez, te recomendaría tener cerca una persona de referencia que te corrija los errores. O bien que permitas a los que te rodean que te corrijan cada vez que te equivoques.
Puede parecer que te van a fusilar a correcciones, pero si practicas cada día te darás cuenta de que sus correcciones te sirven para interiorizar mejor cómo se dicen las cosas correctamente. Y la próxima vez que vayas a formular la misma frase, te saldrá bien de forma natural. O te equivocarás quizá, pero te reirás porque tú mismo te darás cuenta de que no lo has dicho de forma correcta.
La perfección
Hablar alemán perfecto y sin equivocarte desde el principio te llevará más tiempo para notar tus avances. Y también mucho más trabajo. Tu evolución hablando alemán irá más despacio y quizá te desesperas algo más.
Pero es una opción. En este caso, cuando tengas un buen nivel, realmente tendrás un muy buen nivel porque tu base será muy sólida, puesto que has trabajado todas las construcciones perfectas desde un inicio.
¿Cuál es tu respuesta?
En mi caso, me decido definitivamente por hablar alemán con fluidez. No me importa equivocarme y, aún más difícil, no tengo miedo a equivocarme. Más allá de haber acudido varios años a clase y tener ya mi certificado B2 habiéndolo aprobado a la primera, tengo buenos amigos, conocidos y vecinos que me ayudan cada vez que me equivoco. Así voy puliendo mi nivel y cada vez hablo mejor alemán.
Pero tú puedes decantarte por la fluidez como yo o por la perfección.
¿Por cuál te decantas tú? Me encantará conocer tu opinión a través de los comentarios.
14 Comentarios
Krika
2 octubre, 2017 a las 6:51A mí me encantaría decantarme por la fluidez, pero no puedo evitarlo, tiro para el perfeccionismo, lo que, como bien dices, me desespera porque avanzó muy lenta. Quitando el parón que he hecho desde que parí en diciembre, que me ha hecho olvidar la mitad! Jajaja. Ahora he retomado clases gracias a tu post de italki y estoy muy contenta, jeje
Elisabet
2 octubre, 2017 a las 8:18Me alegro entonces Krika! Sí. La desesperación diría que forma parte del proceso 😅
Saludos***
Cristina
2 octubre, 2017 a las 10:00Hola, Elisabet.
Es el segundo año que estoy apuntada a alemán y empiezo ahora con el A2.1 y ¡me satura! ¡Qué difícil es este idioma!
Pero yo no tengo problema e intento evitar los pensamientos negativos con que me bombardea mi cerebro para bloquearme. Y oye, dativos y acusativos aparte, creo que si me sueltan hoy mismo en Alemania soy capaz de subsistir y no morirme de hambre.
Todo este rollo para decirte que soy de las tuyas, mejor fluidez que perfección, la cual creo que va de la mano de la primera y se desarrolla con la lectura, el habla y, sobre todo, de perder el miedo a meter la pata.
¡A seguir aprendiendo!
Elisabet
2 octubre, 2017 a las 10:40Muchas gracias Cristina por compartir tu experiencia y muchos ánimos para este segundo año!!
Nati
2 octubre, 2017 a las 10:40Yo me quedo con la fluidez también. A fin de cuentas incluso cuando hablamos nuestro idioma materno también cometemos errores y necesitamos correcciones o tenemos la oportunidad de aprender nuevo vocabulario y expresiones. Y para mi lo más importante de hablar un idioma es eso poder hablar y entenderme con otras personas. Un saludo y ¡feliz semana!
Elisabet
2 octubre, 2017 a las 14:52Gracias Nati por compartir tu punto de vista!
Roseta
2 octubre, 2017 a las 11:34Hola Eli! Pues yo creo que es muy complicado decidirse por una. Yo me decanto por una mezcla saludable de ambas, me explico. Desde hace muchos años, estoy bastante metida en este mundillo de aprender idiomas, y mi experiencia me dice, que en ocasiones con el alemán no basta con lanzarse a la piscina de cualquier manera. Creo firmemente que la potencia (fluidez) sin control (corrección) en idiomas como el este, no sirve de nada. Recordemos que aquí no se trata de el inglés, que lo tenemos interiorizado desde pequeñitos y salimos airosos de casi cualquier situación; ni tampoco estamos hablando de lenguas romance como el portugués, francés, italiano,… que con chapurrearlas e incluso mezclándolas con el español, al ser super parecidas, nos entienden sin problemas…esto ES ALEMÁN señores! Hay gente que se arranca sin miedos, y no hay quien los entienda, es imposible, lo veo a mi alrededor casi diario. Tanto de españoles con alemán, como de alemanes con español. Las estructuras gramaticales, el sentido de las oraciones, el vocabulario… es un mundo aparte en ambos idiomas. Por eso creo, tanto que no podemos dejar que nuestro intento de hablar perfecto, nos corte la fluidez; como que tampoco un ataque de seguridad y altanería, nos deje con el culo al descubierto, viendo que nuestros interlocutores no se han enterado absolutamente de nada de lo que decimos. Supongo, que todo depende también del contexto, como todo en esta vida, claro está. No es lo mismo estar de vacaciones, o en el supermercado pidiendo cuarto y mitad de lomo de cerdo, o una reunión de amigos tomando unas cervezas y hablando de cualquier tema; que estar en una presentación con clientes o en una reunión trabajo, tomando importantes decisiones para el futuro de tu empresa. Un saludo!
Elisabet
2 octubre, 2017 a las 14:54Gracias Roseta por compartir tu opinión. Precisamente por eso comento en el vídeo lo recomendable si se opta por la fluidez 😉
Carme gonzalez
2 octubre, 2017 a las 18:04Hola Eli,
Yo me decanto por la fluidez aunque este curso empiezo 3 en la EOI y debo desempolvar declinaciones (parA mi lo peor) y todo el resto.
Mi hija esta casada con un aleman y vive en frankfurt y esta muy orgullosa que yo lo estudie; aunque debo decir que siempre he querido aprenderlo.
Un saludo y gracias por tu blog
Carme
Elisabet
2 octubre, 2017 a las 23:15Oh! Muchas gracias Carme por compartir tu experiencia y muchos ánimos con el élfico alemán. Adelante!!
Un saludo*
vicente montaña guillem
3 octubre, 2017 a las 17:47A los 18 años fui a Alemania, concretamente a Villingen, A esa edad y viviendo allí, lo aprendía deprisa. Hice luego un curso en Norte Idiomas, de Barcelona, y actualmente lo estudio en Duolingo. Sólo pretendo «defenderme» en este precioso idioma únicamente porque me gusta. Un saludo
Elisabet
3 octubre, 2017 a las 23:14Gracias Vicente por animarte a compartir aquí tu experiencia
Núria
4 octubre, 2017 a las 8:21Hallo ELisabeth. Yo soy muy perfeccionista en todo. Con este video me has hecho dar cuenta que el tiempo de respuesta es muy importante porque si se alarga mucho la persona que escucha se aburre y desconecta, cosa que no deseas para nada. Mi solución es salomónica: cuando esté en casa, repasando mis lecciones en voz alta me permitiré el lujo de ir despacio y fijar estructuras; y cuando hable con alguien optaré por la fluidez. Vielen Dank.
Elisabet
4 octubre, 2017 a las 9:37Muy buena estrategia Núria. ¡Muchos ánimos!
Un saludo*