Cada Freitag en el blog nos tomamos juntos un Kaffee und Kuchen virtual, donde compartimos lo más destacado de la semana, los planes para el finde o lo que nos apetezca contarnos.
¿Coges tu taza y te unes al café?
Si nos estuviéramos tomando un café juntos te contaría…
… más que contarte te confesaría que estoy muy contenta de que guste la nueva sección de «Y aquí qué pone«. Para mí, junto a probar los productos que ofrece la región en la que se reside, poder descifrar y comprender las etiquetas de los productos cotidianos en alemán es uno de los grandes pasos de la integración en el país.
Pero confieso que, a parte de todo esto, me lo paso en grande preparando esta nueva sección.
Y ya está lista la nueva crónica con el siguiente producto. ¿Alguna preferencia? ¡Pronto en el blog!
Si nos estuviéramos tomando un café juntos te contaría…
… que dicen que «el hambre agudiza el ingenio». Yo añadiría «y ser madre incrementa exponencialmente tu creatividad«.
Y es que esta semana lo he vuelto a comprobar.
Recuerdo con mucho cariño cuando era niña {Dios qué vieja me siento!} que cuando volvíamos de pasar el fin de semana fuera de Barcelona uno de los grandes retos para mis padres era que no me durmiera en el coche. Sobre todo cuando ya estábamos a punto de llegar.
Una de sus mejores ocurrencias era hacerme contar «soldaditos». Y es que en la entrada de la avenida Diagonal, cuando se llegaba a la plaza Francesc Macià, había un anuncio de Johnny Walker. ¿Os acordáis de cómo es el hombre del logo? Así:
Me ha sido imposible encontrar una foto de aquel luminoso, pero se trataba de un anuncio en lo alto de la plaza donde habían 4 de los hombrecitos y se iban iluminando de uno en uno. Como si caminaran. Por lo del «walker», imagino.
El caso es que nosotros les llamábamos «soldaditos» y cuando entrábamos en la ciudad mis padres me decían «¡Mira! ¡Mira! ¡Elisabet, a ver si vemos los soldaditos. ¿Cuántos hay?». Y diría que la estrategia funcionaba.
Bien, ahora que soy madre entiendo perfectamente ese momento de tensión paternal cuando un niño se duerme en el automóvil.
Antes era más sencillo. Simplemente desabrochaba el cinturón de «Prinzessin S», la cogía en brazos y me la llevaba a casa. Ahora mi hija tiene 5 años y mi espalda ya no me permite cogerla.
Así que lo que tengo que hacer es echar mano de mi creatividad. Y me esta semana me he inventado un juego muy divertido que funciona a la perfección. Lo hemos practicado en más de una ocasión y es infalible.
Quizá porque ella adora la música, pero a lo mejor si a ti también te ocurre lo comparto contigo por si te fuera de utilidad.
Cuando «Prinzessin S» se está a punto de dormir en el coche subo algo el volumen de la música de una canción que ella conozca, que llevemos en el CD, y la paro de golpe justo en uno de los momentos más álgidos. No álgido de volumen, sino de letra. En el estribillo, por ejemplo.
Ella primero se reirá porque ya sabe que se está durmiendo y su madre se está intentando inventar algo para evitarlo. Seguidamente me dirá la palabra de la canción que viene. En ese momento ya hemos cruzado la línea y hemos conseguido volver a activarnos.
Sigo poniendo la canción y la vuelvo a parar al cabo de pocos segundos, con lo que ella interpreta sin que yo se lo diga que le toca entonar la canción.
Y así sucesivamente.
Considero que es una forma diferente y divertida de evitar que se duerma y llegamos hasta casa despiertas y de buen humor.
¿Y tú? ¿Quieres compartir conmigo alguna de tus ocurrencias de padre o madre? Estaré encantada de conocerlas.
Si nos estuviéramos tomando un café juntos… ¿Qué me contarías?
Buen finde! Ein schönes Wochenende!
1 Comentario
Arantxa_gorilasalcuadrado
14 octubre, 2016 a las 10:36Ala!!! me acuerdo perfectamente de tus soldaditos. Nosotras los llamábamos señores ja,ja,ja… Mis peques necesitan ir hablando todo el tiempo sobre a dónde vamos ahora o recordando de dónde venimos, para no dormirse. Así que el truco es que yo me quedo con la garganta seca ja,ja. Buen fin de semana!!!