Si hay algo que me tiene absolutamente cautivada es la forma que tienen los niños de discurrir. Y, aún más, de todo lo que son capaces de enseñarnos.
Nunca imaginé aprender tanto de «Prinzessin S». Con tan sólo 3 años y sus pequeñas ocurrencias cada día aprendo a mirar las cosas de forma distinta.
Y sucede aún más por el hecho de hablar 2 idiomas distintos en casa. Sucede sobre todo con niños bilingües.
Y es que los «mayores» solemos llevarnos por la lógica. Pero los más pequeños son capaces de ingeniárselas para traducir, con una lógica aún más aplastante, de formas nunca vistas.
Y hoy comparto 3 situaciones distintas contigo. Tres momentos en los que la pequeña de la casa me ha sacado una sonrisa infinita por su forma de interpretar, descubrir y, en ocasiones, «traducir» el mundo.
El «pan sucio»
La anécdota del «pan sucio» irrumpió en nuestras vidas el día que «Prinzesin S» verbalizó estas palabras mientras yo le había puesto el desayuno y merodeaba por la cocina.
«Mamá, ¡este pan está sucio!»
Al escuchar esa frase, y con mi cara de ceño fruncido al más puro estilo «esto es imposible porque cómo voy a servirte pan sucio», me dirijo hacia ella y le miro el plato con una rebanada limpia e intacta de pan alemán.
«Mira, mami, ¡se ha de limpiar!»
Pero no había nada que limpiar. El tema era que, tras pasar algunos días en nuestra querida Barcelona siendo «Prinzessin S» muy pequeña había interiorizado el típico color blanco del pan que solemos tomar en España. Mientras que en Deutschland, suele consumirse más el «Schwarzbrot» {pan negro} o «Vollkornbrot» {pan integral}.
Niños que pegan
Prinzessin S: «Mamá, ¿puedo pegar?»
Yo: «¡Nunca!»
Prinzessin S: «Pero en la guardería dicen «kleben»
He aquí una de las fantásticas adaptaciones del alemán al español. ¡Cuántas veces habremos escuchado que no podemos traducir según qué cosas! Pues ésta es una de ellas.
Puesto que, en español, se utiliza «pegar» tanto para «zurrar» como para «enganchar papelitos». Y lo que pedía poder hacer «Prinzessin S» era lo segundo:
Manzanas pequeñas
Un día cualquiera «Prinzessin S» me vio tomando una manzanilla. «¿Qué es eso mami?», preguntó toda inquieta y curiosa. «Manzanilla», dije yo. «¿Quieres probar?». Luego comprobó que mucho no le apasionaba.
Algo más tarde llegó Papi a casa y ella se dispuso a contarle que había hecho algo «de mayores».
Prinzessin S: «Papi! Heute habe ich Apfelchen getruncken!»
Papi: Apfelchen?
Yo: Manzanilla
En alemán, los diminutivos se construyen añadiendo «chen» a cualquier palabra (transformando entonces la palabra en género neutro «das», por cierto). Así, ella simplemente escuchó «Manzanilla» y le puso un «chen» a «Apfel» {manzana en alemán}. Obviamente no se traduce así, pero me encanta cómo se esfuerza cada día por hacerse entender y, aunque se equivoque, ¡inventar antes de rendirse!
¿Has tenido una experiencia similar con traducciones divertidas del alemán al español o viceversa?
20 Comentarios
Marcos
10 junio, 2015 a las 7:13¡Hola Elisabet!
Muy gracioso lo del pan sucio, la imaginación de los niños es imprevisible.
Creo que lo mejor de todo lo que cuentas es esa facilidad que tiene tu hija para cambiar tan rápido el chip del alemán al español y viceversa, cuando tenga más edad será una ventaja enorme para todo.
Grüsse aus Galicia
Elisabet
12 junio, 2015 a las 18:58Gracias Marcos!!
Saludos desde Deutschland***
Chelo
10 junio, 2015 a las 8:10¡Hola, Elisabet!
Sigo desde hace tiempo tu blog, pero nunca me había decidido a comentar. Sin embargo, con esta entrada… ¡No he podido resistirme! Hablar de traducción y alemán, dos de mis pasiones, es dar en el blanco para mí. Y ya si es bajo la originalidad de los niños, no te digo más 😀
Ya que estoy, aprovecho para darte la enhorabuena por tu blog. ¡No sabes lo que disfruto leyéndolo!
Un abrazo desde Valencia.
Chelo
Elisabet
12 junio, 2015 a las 18:59Ay, Chelo muchas gracias!!
Un abrazo volando hacia Valencia*
Juan Carlos
10 junio, 2015 a las 8:30Me ha encantado lo de la Manzanilla, me ha arrancado una sonrisa matutina!!
Nuestro peque tiene ahora 1 añito y estoy deseando a ver qué cosillas como esa dice, en nuestro caso yo le hablo en español, la mamá en finlandes, irá al KiGa en alemán y entre nosotros hablamos inglés. Espero que no se haga un lio el pobre!
Elisabet
12 junio, 2015 a las 19:00Juan Carlos,
Será genial ya verás!! Son muy graciosos con sus ocurrencias.
Nuestra estrategia es hablar cada uno un único idioma con ella. Da igual cuántos, pero cada uno siempre el mismo.
Saludos***
Blanxs
10 junio, 2015 a las 9:51Jajajaja buenísima!!!
Elisabet
12 junio, 2015 a las 19:01Gracias Blanx!
Dalia
10 junio, 2015 a las 11:06Geniales todas las anécdotas, es estupendo ver a los niños adaptarse a distintas situaciones, y ¡qué inteligentes son! quien pudiese tener esa mente tan abierta que tienen ellos =)
Gracias por compartir estas vivencias ^_^
Elisabet
12 junio, 2015 a las 19:01Dalia,
Yo me pregunto cuándo la empezamos a perder 😀
Gracias guapa!
Marta
10 junio, 2015 a las 12:30Hola Eli!
Qué graciosa tu niña!! Ellos se las apañan muy bien para darse a entender…
A un amigo alemán de mi marido, le pasó una cosa en sus comienzos en España. Resulta que le dolía la barriga, y alguien le recomendó tomar manzanilla… Y él se tomó varios vasos del vino manzanilla . No sé si se le quitó el dolor, pero contento seguro que se puso, jejeje
Elisabet
12 junio, 2015 a las 19:02Jajajajaja!!! Qué grande Marta!!
Marisol
10 junio, 2015 a las 17:48Un día caminando con mi hijo, se para de repente, me mira, extiende sus brazos y me suelta un: «tragame mama».Mi corazón de madre me hizo sentir mal al pensar que mi pobre hijito estaba aburrido de mí y de este mundo al pedirme que me lo tragase! Lo que el niño quería era simplemente que lo llevara en brazos, que lo «cargara»… tragen: cargar o portar algo
Elisabet
12 junio, 2015 a las 19:03Buenísimo Marisol. Gracias por compartirlo!!
Saludos***
Vianellys
10 junio, 2015 a las 18:05«De tal palo,tal estilla»como dicen en Dominicana , bendiciones para ti y tu Prinzessin «S» se que sera una grean profesional como sus padres, educada inteligente y creativa…cuanto me he reido con estas cosas que dices…deberías de escribir un libro sobre eso.
Elisabet
12 junio, 2015 a las 19:03Jejeje… Gracias Vianellys!
Un saludo*
Vianellys
10 junio, 2015 a las 18:07y que tenga eses nombre (Pan sucio, Niños que pegan y Manzanillas) esta genial y llamativo.
Maria
10 junio, 2015 a las 21:42Genial lo de la manzanilla!! A mi hijo le pasa también cosas de esas.
Un fin de semana fuimos al zoo, y al día siguiente, la profesora le preguntó que que animales había visto. El empezó a nombrarlos: zebras, Giraffen, «rinoceronten»… La profesora me preguntó muerta de risa que que animal ere ese
Como bien dices, me encanta la forma que tienen de hacerse entender
Elisabet
12 junio, 2015 a las 19:04María! Jajajjajaa!! Muy crack!!
Bernardita
11 junio, 2015 a las 22:59Que lindaaaaa tu historia! me reí mucho con el Apfelchen =D
Yo llevo apenas 12 días en Alemania y tu blog me ha sido muy útil. Gracias por compartir tus experiencias!