FREITAG KAFFEE UND KUCHEN

Freitag, Kaffee und Kuchen: 7 palabras

24 junio, 2016

Cada viernes en el blog nos tomamos juntos un Kaffee und Kuchen virtual, donde compartimos lo más destacado de la semana, nuestros planes para el finde o lo que más nos apetezca contarnos.

¿Coges tu taza y te unes al café?

Si nos estuviéramos tomando un café juntos te contaría…

Kaffee und Kuchen al sol

He pensado que para dar la bienvenida al tan apreciado verano hoy nos tomamos el café al solete.

¿Te apetece?

Si nos estuviéramos tomando un café juntos te contaría…

… que esta semana he aprendido una cosa que me ha gustado mucho mucho mucho y considero esencial para una óptima evolución en el desarrollo de los niños. Por eso es la protagonista principal que quería compartir contigo en nuestro café de hoy.

7 palabras

Al recoger un día de esta semana a «Prinzessin S» en la guardería me enseñó que se había manchado la chaqueta jugando en el jardín. Estábamos junto a una de las Erzieherinnen {educadoras} y se arrancó a preguntarme algo en alemán:

Mami, darf ich die Weste? {Mami, ¿puedo el chaleco?}

La educadora era precisamente una de las que yo tenía algún prejuicio. Aquellas veces en las que «consideras» que alguien quizá no está suficientemente preparado. Pues me dio una buena lección. Me quedé maravillada de cómo reaccionó a la pregunta de mi hija.

La educadora se dirigió a mi hija y le preguntó:

Und? Was machst du mit der Weste? Waschen? Anziehen?

Mi hija le respondió: Anziehen!

La educadora: Dann, möchte ich einen Satz mit 7 Worte {Entonces quiero una frase con 7 palabras}

Mi hija: Mami, darf ich bitte die Weste anziehen?

Mi reacción: BRAVO. Me parece una estrategia GENIAL.

Ahora con «Prinzessin S» cuando me pregunta las cosas jugamos a hacer frases de 7 palabras.

Considero que en el momento en el que los peques ya son capaces de hacer frases enteras, hemos de conseguir motivarlos y estimularlos. Sólo así podrán avanzar a pasos de gigante en el lenguaje. La edad ideal para mí son los 4 años.

Posteriormente a esta experiencia, en casa un día «Prinzessin S» me dijo desde el sofá: «TELEEEE!»

Yo, inmediatamente, fui hacia ella y puse en marcha mi estrategia divertida de las 2 versiones. Siempre que hace algo así le digo:

«Prinzessin S», ¿tú cómo crees que se pide? ¿Así? {poniendo cara divertida y gritando a los cuatro vientos grito: TELEEEEEEE!} o ¿Así? «Mami, ¿puedo ver la tele por favor?».

Ella se ríe infinito y me pide que lo repita porque le encanta la cara que pongo cuando digo la frase que en teoría no toca. TELEEEEEEE. Pero luego automáticamente me dice la correcta, la de las 7 palabras.

Esta semana no sólo me llevo una gran estrategia gracias a una gran educadora, la estrategia de las «7 palabras», sino también una gran lección de su parte {que ni siquiera ella es consciente}: de nuevo, prejuicios fuera! No juzguemos cuando alguien no «nos parezca» suficientemente bueno. Todos nos merecemos una oportunidad {o 2} para demostrar de lo que somos capaces.

Es más, ¿cuántas veces al día interrumpimos a nuestros hijos cuando arrancan a decirnos una frase porque ya sabemos a qué se refieren? ¿Cuántas veces terminamos una frase suya, una frase que ellos están intentando decir con sus palabras?

Cada vez que me doy cuenta hago lo que más me cuesta: callarme. Me callo, me agacho poniéndome a su altura, le miro a los ojos y espero que termine su frase.

¿Lo has probado? Muchas veces nos asombraremos de cómo terminan ellos la frase. Quizá con palabras que ni siquiera esperábamos. O quizá les cuesta porque no saben cómo expresar lo que quieren o lo que sienten. Entonces les ayudaremos. Incluso si hablan más de un idioma, aún es mucho más importante. Quizá esta anécdota pueda formar parte de una nuevo post sobre niños bilingües.

Es curioso que mi hija me haya ayudado a transformar una de mis debilidades en una fortaleza, porque me encanta escucharla.

Si nos estuviéramos tomando un café juntos, ¿qué me contarías?

Feliz finde! Ein schönes Wochenende!

  • Responder
    catalana2001
    24 junio, 2016 a las 8:41

    Muy buena historia, Elisabet, no conocía el truco del 7 !
    A mí me dijeron en la escuela de idiomas que los alemanes son buenos oyentes porque el verbo aparece al final de la frase :). Creo que es bien cierto. En español acabamos la frase con el «por favor», lo cual tampoco está mal, no?
    Schönes Wochenende !

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