Seguimos descubriendo Alemania con personas reales gracias a la colaboración de los seguidores del blog de {CG} crónicas germánicas.
Hoy descubrimos…
KIEL
Lo que más me maravilla de haber abierto este blog es tener la posibilidad de conocer a fantásticas personas y que, además, tienen una gran historia que contarnos y que compartir. El post de hoy está protagonizado por una de ellas.
Antía fue la ganadora hace un par de inviernos de una de la taza navideña que sorteé. Cuando supe que vivía en Kiel, muy muy muy al norte en Alemania, y que aún no he tenido el placer de visitar, le pregunté si se animaría a compartir su querida ciudad alemana y todos sus secretos con nosotros.
Tras aceptar, no sólo me quedé gratamente sorprendida de todo lo que nos cuenta, sino que nos ofrece unas bonitísimas fotos.
¡Empezamos!
Bienvenida
Elisabet*: Bienvenida Antía, a éste, mi querido blog. Un honor tenerte aquí. He preparado un elegante y mullido sofá para que estemos bien cómodas mientras saboreamos juntas un poco de Kaffee und Kuchen y descubrimos un pedacito de Alemania contigo.
Antía: Moin! Boas!
Presentaciones
Elisabet*: Para quién aún no tiene el placer de conocerte, resume quién eres y en qué Bundesland resides.
Antía: Me llamo Antía y actualmente ejerzo de “lectora” de gallego en la Christian-Albrechts-Universität de Kiel. He cambiado temporalmente el mar Atlántico de mi Coruña natal por el Báltico para impartir clases de gallego a los estudiantes del seminario de Románicas de la CAU. De norte a norte -y tiro porque me toca- para hacer realidad una cuenta pendiente: sumergirme en una cultura diferente y conocer una nueva forma de estar en el mundo.
Lugares imprescindibles en Kiel
Elisabet*:Unos buenos amigos vienen a visitarte y se quedan 3 días. ¿A qué lugares les llevarías donde puedan disfrutar y hacerse una idea de cómo es tu región? Importante: hace muy buen tiempo, brilla el sol y podéis salir fuera. No vaya a ser que alguien piense que en Alemania no tenemos sol.
Antía: La ciudad en la que vivo se llama Kiel y es la capital del estado federado alemán de Schleswig-Holstein, el más septentrional del país.
Aunque la ciudad fue destruida en su mayor parte durante la Segunda Guerra Mundial conserva aún el encanto de una ciudad marítima, abierta al Báltico, con un gran paseo a lo largo del fiordo por el que caminar, correr, patinar o andar en bicicleta (casi) todos los días del año.
Hoy es un día soleado de invierno así que aprovecharía, tras un buen brunch en una de mis cafeterías favoritas, para llevaros al Schrevenpark, uno de los pulmones verdes de la ciudad, y al Alter Botanischer Garten, un espacio desde el que contemplar el tránsito de barcos de todo tipo por el fiordo. Continuaríamos el paseo y, después de saludar a las Seehund del Aquarium del Geomar, pararíamos a degustar un rico y típico Fischbrötchen en uno de los food trucks que se pueden encontrar durante el recorrido.
Las playas alemanas
Elisabet*: En Alemania en realidad sí hay playas. En el norte sí las hay. ¿Nos cuentas cómo son y qué se suele hacer allí? Puesto que tengo entendido que el viento es huracanado y dudo que alguien ose meterse en el agua {que debe ser de temperaturas de congelador}.
Antía: El verano en este norte me recuerda, en cierta manera, a mis veranos en Galicia: aguas fresquitas y ventoleras intermitentes!
Las gentes de Kiel en verano suelen acercarse a las pequeñas playas que se encuentran a lo largo del fiordo. Existe un barco que en temporada estival recorre todos los días – y en zigzag- el fiordo, desde la Estación Central de Trenes de Kiel hasta la localidad costera de Laboe.
En Laboe contemplaremos un paisaje playero típico del Báltico y del mar del Norte: la arena plagada de un gran número de Strandkorb, sofisticadas sillas de playa de mimbre tapizadas con tela de rayas de variados colores que esperan ser refugio cuando el viento se levanta. Estas peculiares sillas inundan también las terrazas de Kiel así que en la playa o en la ciudad son un clásico norteño.
Como ha explicado Eli en el blog, nieve o haga sol, para los alemanes siempre es buen momento para tomar un buen helado! Así que no podemos marcharnos de Laboe sin pararnos a comprar en cualquier puesto un Eis a secas o el dulcísimo y blanquísimo Soft Eis de los vecinos daneses.
Si se prefiere, otros destinos playeros pueden ser Kalifornien y Brasilien donde es muy habitual practicar deportes aéreos varios. Allí se celebran competiciones de voleyball y una puede alquilar tablas de surf, trajes de neopreno y pedaletas directamente importadas de España.
Gastronomía alemana
Elisabet*: Empezamos a tener hambre. ¿Cuáles son los platos típicos de tu región en Alemania? ¿Y tu delicia gastronómica preferida que puedas recomendarnos?
Antía: Las especialidades gastronómicas de este norte son los arenques, el salmón y el Seelachs. Es muy habitual el consumo de estos pescados, empanados, ahumados o al natural, en bocadillo y con Remouladensauce mientras se contempla el tráfico del fiordo, con los veleros o barcos de cruceros que llegan desde otras capitales bálticas, o del Canal del Norte, con los enormes barcos cargueros.
El élfico alemán y sus dialectos
Elisabet*: Tarde o temprano hay algo que en Alemania hay que hacer: interactuar con alemanes. Eso significa que en algún momento hay que hablar el élfico alemán. Pero el país está repleto de distintos dialectos. ¿Cuál es el dialecto más característico de tu región? ¿Algún consejo para los que quieran empezar a aprender el idioma?
Antía: El saludo típico de esta región es el Moin! (o Moin Moin!) que proviene del Plattdeutch o Bajo alemán. Esta palabra pasará a estar cien por cien incorporada en el alemán de cualquier nuevo habitante de la ciudad a las pocas semanas!
Para una filóloga como yo está siendo un reto interesante la convivencia con una lengua casi desconocida para mí hace tres años. Mi estancia aquí va a terminar pronto y mis avances en el alemán han sido discretos pero no puedo dejar de destacar que es una lengua élficamente fascinante que revela otra manera de organizar el mundo y ha activado además mi curiosidad por aprender los idiomas de los países vecinos.
Tradiciones populares
Elisabet*: Si hay algo típico en un país son las tradiciones. Y en Alemania existen infinidad de ellas. ¿Puedes destacarnos alguna tradición típica de tu región o alguna que personalmente te guste y que sigas?
Antía: Una de las tradiciones alemanas que más me gustan, aparte de los archiconocidos mercados navideños y de segunda mano, es el Kaffee und Kuchen.
No hay mejor plan, sobre todo cuando llega el invierno, que reunirse con los amigos en un café y ponerse al día mientras se toma un dulce. Uno de mis favoritos es el Franzbrötchen, un bollo de canela típico de Hamburgo.
Se ha convertido también en tradición para mí la asistencia al festival infantil que se celebra en el parque de Krusenkoppel durante la Kieler Woche (Semana Náutica de Kiel).
Os invito a ti y a «Prinzessin S» a asistir cuando podáis porque cada año, con una temática diferente de fondo, el parque es transformado por los niños y niñas de la ciudad en un escenario diferente!
Integración en Alemania
Elisabet*: Porque empezar no siempre es sencillo. ¿A qué te acostumbraste más rápido al llegar a Alemania? ¿Y qué es a lo que más te costó y quizá incluso aún no hayas conseguido acostumbrarte? Por mi parte confieso que los horarios es lo que llevo peor…
Antía: Mi llegada a este norte me hizo aprender a convivir con el silencio y el frío y también a adaptarme a unos nuevos horarios.
Coincido con Eli en que lo más difícil es cambiar el chip y, por ejemplo, comer a las 12 en punto y cenar a las siete el Abendbrot. Ahora en invierno en mi ciudad oscurece alrededor de las cuatro y media de la tarde así que, sí o sí, te acostumbras a un nuevo ritmo de vida en el que se intentan aprovechar al máximo las horas de luz.
Eso sí, en verano todo cambia… oscurece muy tarde y amanece prontísimo. Cosas de la vida septentrional.
Agradecimientos
Elisabet*: Gracias querida Antía por visitarnos en la sección para descubrir un pedacito de Alemania con testimonios reales. Un abrazo* y siempre bienvenida al blog.
Antía: Muchísimas gracias, Eli, por conversar conmigo y por querer asomarte a este Norte. Te espero en el fiordo y continuamos el paseo cuando quieras. Bicos e apertas desde Kiel! Bis bald!
– Fin de la entrevista –
¿Conocías Kiel? ¿Y sus curiosas playas y lo que nos cuenta hoy Antía? ¿Destacarías algo más de la ciudad? ¿Te ha gustado conocerla con nuestra forma de compartirla?
9 Comentarios
Mamagnomo
25 enero, 2016 a las 7:26Moin, Moin!!! Ohhh Eli me has dado la vida con esta colaboración. Antía, yo estuve en Kiel un año viviendo. Mi WG estaba en Studentendorf y desde allí iba a la FH tomando el barco cuando podía o si no en Bus, el 22 creo. Estuve en 2003-04 y fue un año espectacular.
No me hablas del Schloss, ni de Sophienhof jajajaja de la Mensa o las curry wurst. Para mí un fue un año muy especial donde me sumergí por completo en la cultura gracias a mis amigas alemanas que había conocido aquí en Sevilla y la verdad es que fue maravilloso a todos los niveles.
Yo iba a Preetz a darle clases de español a una alumna que en esas Navidades me acogió como una hija más en su casa, ya que ella tenía hijos casi de mi edad, y no lo olvidaré jamás!!!
Sólo me faltó el novio alemán jajaja pero Andalucía es mucho y la cabra tira al monte 😉
Besos y disfruta mucho!!!
Andrea.
Elisabet
25 enero, 2016 a las 9:10Querida Mamagnomo mía,
Mucha ilusión poder darte una alegría!
Un beso* gigante!
Antía
25 enero, 2016 a las 9:30Moin, Andrea!
Un abrazo desde este Kiel que tan bien conoces! 🙂
Mamagnomo
25 enero, 2016 a las 7:29Pd. Yo trabajaba en Dahme, en el Seebrück, vendía helados, pasteles y crepes. Me puse como una bola jajaja estaba todo tan rico! Si vas y ves a Herr Wagner le das recuerdos de mi parte. Hasta entonces ninguna sevillana había llegado a esos lares a trabajar. Jaja.
Elisabet
25 enero, 2016 a las 9:11Jajaja! Qué grande Andrea 😀
Viele Küsschen***
José Álvarez
25 enero, 2016 a las 14:20Buenos días Elisabet y Antía, un saludo desde Venezuela, leo este blog desde hace aproximadamente un año, pero es la primera vez que comentó. Me gustó muchísimo esta entrevista, ya que actualmente estoy en planes para continuar mis estudios de Ingeniería en la CAU de Kiel y conocer un poco más de esa hermosa ciudad de la mano de alguien que vive allá es excelente. Te felicito por tu grandioso blog.
Saludos a todos los lectores.
Elisabet
25 enero, 2016 a las 16:25Muchas gracias José por tus bonitas palabras para el blog y por haberte animado a comentar.
Un saludo hacia Venezuela*
Magaly
12 febrero, 2020 a las 23:38Que hermoso todo lo que nos compartes. Gracias. Hace mucho tiempo que sueño con viajar por esos bellos y desconocidos (para mí) lugares. Cuando leí la entrevista, imaginé estar ahí.
Elisabet
14 febrero, 2020 a las 10:10Muchas gracias por tus impresiones Magaly!