Hoy disfrutamos de una de las ventajas de vivir lejos de casa, en este caso, en Alemania.
Y una de esas ventajas es que a pocas horas de coche podemos visitar infinidad de bonitos lugares que en nuestra patria nos quedan algo lejos.
Hoy me animo a traerte nuestra reciente visita a la hermosa ciudad de Praga. Contábamos con unos cicerones de lujo, puesto que hemos ido con unos amigos que se conocen muy bien la capital checa, así que íbamos con ventaja.
¿Me acompañas a dar un paseo por Praga y descubrirla?
Como nuestros amigos me conocen muy bien, tan sólo llegar ya me tenían todo este arsenal de dulces preparado. No sabía ni por dónde empezar y de la emoción se me olvidaron sus nombres, pero he pensado en mostrártelos porque así cogemos fuerzas para nuestro paseo.
No te preocupes que dentro de muy poquito si sigues leyendo te descubro más dulces típicos y esta vez con nombre y todo.
Para moverse por Praga lo más recomendable es hacerlo en transporte público. En nuestro caso lo hicimos en metro accediendo a una estación muy nueva con un diseño muy colorista.
También se pueden coger tranvías que te transportan de lado a lado de la ciudad. O autobuses.
Río Moldava
Nuestra primera parada fue el río Moldava. Tengo que reconocer que tuvimos muchísima suerte con el tiempo. Un gusto poder disfrutar de la ciudad con frío pero con sol.
Uno de los espectáculos nunca vistos lo presenciamos en las orillas del río Moldava. Desconozco si fue casualidad, pero literalmente era «El lago de los cisnes» en su máximo esplendor.
Grabé incluso este breve video a orillas del río Moldava con los cisnes para poder mostrártelo lo más real posible.
Como el tiempo era tan favorable, pudimos incluso disfrutar de un paseo en barco por el río.
Calles de Praga
Lo que más me llamaba la atención eran los distintos carteles y curiosidades que por el camino íbamos encontrando. He intentado resumirlas aquí.
La calle que viene ahora es tan estrecha que hay puesto un semáforo para cruzar. No porque vengan los coches, puesto que no hay ninguno, sino porque 2 personas no pueden pasar a la vez porque no caben.
Obviamente me paraba maravillada ante cualquier tienda de dulces. Disfrutando del atardecer llegamos a encontrar «joyitas» como ésta.
Incluso librerías escondidas así de bonitas.
Sobre el puente del río hay infinidad de estatuas. Una de las más famosas es ésta que tiene a ambos lados una pieza dorada. Todos se paraban a tocarla puesto que dicen que trae suerte.
Praga by night
Pudimos comprobar como la ciudad es tan hermosa de día como de noche.
Me hace particularmente gracia encontrar una tienda alemana en un país que no sea Alemania. ¿Recuerdas de nuestro paseo por Stuttgart en el que te hablé de Tchibo? También encontramos uno en Praga.
Hasta aquí disfrutamos nuestro primer día.
El segundo día lo dedicamos a visitar por la mañana el castillo.
Castillo de Praga
El castillo de Praga se trata de un solemne complejo arquitectónico.
Una increíble iglesia se encuentra también en su interior.
Hay infinidad de mosaicos que brillan de forma mágica al encontrarse con la luz natural exterior. Te traigo un par de mis favoritos.
A las 12:00h pudimos observar cómo efectúan el cambio de guardia, acompañado de una música regional típica del país y unos movimientos milimétricamente estudiados.
Volvimos a entrar para seguir disfrutando de los rincones de la iglesia.
Desde el ábside se vislumbra el mosaico que contiene el impresionante rosetón de la fachada.
Me hubiera gustado poder escuchar el majestuoso órgano que allí se encuentra.
Al abandonar el castillo encontramos una de las calles más bonitas de la ciudad, caminando hacia abajo dirección al centro de la ciudad.
Trdelnik
Uno de los dulces más típicos adorado por mayores y pequeños se llama «Trdelnik».
Se trata de una delicia enrollada con textura esponjosa recubierta de azúcar que suele degustarse caliente y recién hecha. Aquí es la más básica, pero también es posible degustarlo con un helado asomando por uno de los lados.
El centro de Praga
Los colores de las paredes tanto de calles como casas hacen una de sus partes verdaderamente pintorescas.
Uno de los mercadillos de la ciudad donde encontrar todo tipo de Souvenirs.
Gastronomía
Confieso que no os recomiendo ningún restaurante porque, para mi gusto, ahí sí patinamos. A pesar de que todos los dulces que probé estaban deliciosos, no puedo decir lo mismo de la comida. Pero por si quieres ver uno de los platos regionales tienen esta pinta.
Lo que sí tenía buena pinta pero no tuve ocasión de probarlo eran una especie de «tapas checas» denominadas Chlebicky. Son éstas que parecen pan con jamón dulce.
Praga con niños
Las delicias de los más pequeños las encontramos en esta enorme tienda de chuches y la posterior tienda de juguetes.
Siempre te sientes como en casa cuando encuentras un Zara en cualquier país del mundo.
Hamleys: el paraíso de los niños
Y la tienda de las tiendas para niños por excelencia es Hamleys, de origen inglés.
Podrías pasarte ahí dentro el día entero entre observar todos los juguetes que tienen expuesto y participando en las actividades que allí se ofrecen. Tanto para niños como para niñas y para todos los gustos. Tiovivo, tobogán, carreras de coches, montaje de plastelina, disparos con pistolas de juguete, … ¡Todo el sueño de cualquier niño está ahí dentro!
De verdad merece la pena entrar, tengas la edad que tengas, y echar un vistazo.
Y llegamos al fin de nuestro paseo.
Espero que te haya gustado descubrir un poquito de Praga conmigo. ¿Conoces algún otro rincón bonito de la ciudad que te haya gustado y te animes a compartir?
5 Comentarios
Carmen R.
27 diciembre, 2016 a las 14:35Me encanta Praga! Es una de las ciudades más bonitas de Europa y sin embargo me da la sensación de que la gente no la incluye entre sus destinos turísticos muy a menudo. Me ha gustado mucho tu crónica de hoy con todas estas fotos y el video 🙂
Feliz 2017!
Ana
14 noviembre, 2017 a las 17:03Lo dulces de la primera foto se llaman Kolace (no tengo el signo que va sobre la c, pero se pronuncia kólache) los redondos y también veo un pretzel. Cundo era chica comía esto todos los fines de semana porque mi madre era checa y cocinaba todas esas cosas. La comida en Praga en general no me gustó tanto como en la región de Moravi.a
Elisabet
14 noviembre, 2017 a las 22:52Gracias Ana por tu aportación!
Maria
3 enero, 2018 a las 17:24Me encanta!
Podrías indicarme donde se encuentra exactamente «El lago de los cisnes»?
Gracias!
Elisabet
3 enero, 2018 a las 17:55Gracias Maria! Ahora no sabría concretar la calle, pero si preguntas por el lugar donde se cogen los barcos para dar un paseo por el lago darás con él 😉